Header Ads Widget

Responsive Advertisement

PECULIARIDADES Y DIFICULTADES DEL ESTUDIO DE LA SOCIEDAD, CLASE 3


¿Qué es una sociedad? Es un Conjunto de personas que se relacionan entre sí, de acuerdo a unas determinadas reglas de organizaciones jurídicas y consuetudinarias, y que comparten una misma cultura o civilización en un espacio o un tiempo determinados.

¿Qué es una peculiaridad? Característica propia de una persona o cosa, por la cual se distingue de otras.


El hombre, además de vivir y moverse dentro de la sociedad entra en conocimiento con ella del mismo modo que con la naturaleza circundante. La sociedad humana que es una formación más compleja, nace de la interrelación de los hombres y la naturaleza, de los unos con los otros la actividad y las relaciones de los hombres constituyen la realidad social de la que se parte para conocer la sociedad.


La sociedad se desarrolla en el espacio pues desde tiempos prehistóricos el hombre a poblado la tierra en grupos o tribus dando así su evolución partiendo en pueblos y luego en estados, y también atravesó del el tiempo ya que sus interrelaciones componen la historia de la humanidad, dicho en otra forma la sociedad.
Sólo por la ciencia se puede dominar la esencia de la actividad y las relaciones del hombre a escala de toda la sociedad. Conocer su historia. La noción científica de la sociedad, como toda noción, comienza por los hechos y los acontecimientos descritos. Sin embargo, los hechos sólo son materia prima que emplea la ciencia, pero no son lo mismo que esta última. 

Esta comienza allí donde hay generalizaciones, donde se revelan leyes y surge una teoría que ofrece una explicación correcta de los hechos. Aplicado al conocimiento de la sociedad, esto significa que, al explicar la actividad y las relaciones de los hombres, la teoría debe mostrar por qué éstos hacen la historia precisamente de una manera y no de otra. Ahora bien, ¿es eso posible? El hombre puede elegir diversos modos de proceder. A veces, él mismo no sabe explicar por qué ha procedido precisamente así y no de otro modo. ¿Cómo discernir, pues, sus actos, y más tratándose de millones de seres humanos? La explicación científica de la actividad de los hombres en la historia es, en efecto, una tarea teórica excepcionalmente difícil y además, ¿puede hacerse? Ciertos filosóficos, por ejemplo, los neokantianos, responden negativamente a esta pregunta, consideran que la ciencia puede. Sólo explicar los fenómenos, y los procesos de la naturaleza, mientras que el proceso histórico, la actividad del hombre en la sociedad no tienen explicación científica. Las ciencias naturales y las históricas escribe, por ejemplo, el neokantiano H. Rickert- deben hallarse siempre en oposición lógica por principio. Esta no es una observación fortuita, sino una posición determinada. H. Rickert, W. Windelband y otros representantes de la escuela de Baden deslindaban y oponían, unas a las otras, las ciencias naturales y las sociales, por la razón de que, según ellos, en la sociedad, a diferencia de la naturaleza, todos los fenómenos son singulares y únicos, por lo cual, las ciencias de la naturaleza pueden usar el método de la generalización, mientras que las ciencias históricas, sólo el método de la singularización. 

Las primeras tratan las leyes de la naturaleza, las conexiones causales que les son inherentes (por eso se llaman nomotéticas, es decir, generadoras de leyes). Explican y prevén la marcha de los procesos naturales, mientras que las segundas deben limitarse a los acontecimientos aislados y únicos de la historia concreta. Los neokantianos calificaban de ideográficas (descriptivas) las ciencias sociales. Este punto de vista sigue hasta hoy influyendo en dichas ciencias. Incluso en nuestros días, muchos miran con escepticismo las posibilidades del conocimiento social. En oposición a éstos, hay otros que se muestran asombrados y molestos por semejante actitud ante las ciencias sociales, por la incredulidad acerca de sus capacidades cognoscitivas y poder de penetración. Pero no se trata de emociones. Hay que ahondar en su esencia. En efecto, ¿acaso es justa la contraposición neokantiana de la sociedad a la naturaleza, y del conocimiento social a las ciencias naturales? Diríase que, por cuanto la sociedad se distingue efectivamente de la naturaleza, la posición de los neokantianos posee cierto fundamento, tanto más por cuanto reaccionan ante la simple parificación de lo natural y lo social. Sin embargo, no se puede olvidar que, en la ciencia, no basta, ni mucho menos, apelar a la percepción directa, en este caso a la desemejanza visual, de la sociedad y la naturaleza. Incluso la afirmación, ahora evidente para todos, de que la Tierra es redonda, ha tropezado en tiempos con muchas barreras, ya que contradecía la percepción directa. Por tanto, hasta la evidente diferencia que hay entre la sociedad y la naturaleza no puede reconocerse como argumento convincente del criterio neokantiano. Así comenzaremos por poner en claro el problema de en qué consisten las peculiaridades del conocimiento de la sociedad y con qué dificultades específicas se tropieza para ello. En el curso de la exposición de nuestro tema veremos lo hecho por la ciencia para superarlas.

Si resumiéramos las peculiaridades de la vida social, a diferencia de la naturaleza, y las dificultades de conocimiento de la sociedad que se desprende de ello, se reducirían a lo siguiente:

Primero, en la naturaleza, todo lo que ocurre obedece a causas naturales. Todo es producto de la interacción de las fuerzas ciegas de la naturaleza. Un rayo fulmina un árbol. El viento propaga la llama, el bosque se reduce a cenizas, éstas, a su vez, abonan el suelo... y así sucesivamente. Entra en acción toda una cadena de conexiones y dependencias naturales que pueden ser observadas objetivamente, analizadas y explicadas por la ciencia. Aquí no existen objetivos fijados de antemano ni propósitos deliberados.

Muy otra cosa es la sociedad humana. Todo lo que ocurre en ella es resultado de la actividad de los hombres, de su interacción. Pero los hombres son seres conscientes, y todo lo que hace cada uno pasa, de una manera u otra, por su cabeza. Los hombres actúan movidos por pasiones, reflexiones o, en el peor de los casos, por caprichos. Y si fuese así, parecería imposible analizar la sociedad apelando a las ciencias naturales, igual que éstas hacen con la naturaleza. En realidad, no se pueden tomar en cuenta todas las opiniones y teorías, todos los deseos y aspiraciones, todas las pasiones y caprichos, todo lo que mueve a los hombres a actuar de una u otra forma y condiciona determinados efectos sociales. En las violentas convulsiones que conmueven, a veces, las sociedades políticas -escribía el famoso pensador francés Holbach- y que ocasionan el hundimiento de uno u otro imperio, no hay una sola acción, una sola palabra, un solo pensamiento, una sola voluntad, una sola pasión de quienes toman parte en la revolución, ya sea como elementos activos, ya como víctimas de la misma.... que no produzcan infaliblemente los efectos debidos en consonancia con el lugar que ocupan en ese torbellino moral. Esto parecería evidente para toda inteligencia capaz de abarcar y de comprender todas esas acciones y reacciones de los espíritus y de los cuerpos de quienes coadyuvan a esta revolución. No hay duda de que Holbach se equivoca. Incluso en los que respecta a la interacción de partículas de la materia, los físicos no pueden prever, con absoluta exactitud, todos los efectos, por cuanto en dicha interacción no sólo concurre la necesidad, sino también el azar. Aplicada a la sociedad humana, la solución de tal problema resulta imposible, tanto práctica como teóricamente, no sólo porque en la sociedad, al igual que en la naturaleza, actúe el azar y en cualquier proceso social existe, actúe y se entrelace una gran. Diversidad de conexiones, relaciones, interacciones y factores, sino también porque intervienen la conciencia, la voluntad, las pasiones, etc. Todo esto presenta especiales exigencias al proceso de conocimiento de la sociedad. Al tratar de conocer los fenómenos sociales, es preciso tener siempre en cuenta que tanto en la realidad como en el pensamiento existe el sujeto dado. En eso reside la peculiaridad, y la dificultad específica de las ciencias sociales, cuya superación sólo es posible si se resuelve el problema de la correlación entre lo objetivo y lo subjetivo.

Segundo, en la naturaleza se observa por doquier la repetición. Cada día, el sol se levanta en el Este y cada primavera reverdecen los árboles; todos los cuerpos se dilatan con el calor y cada ser nace, vive y perece. Y no es difícil observar la repetición en los procesos y fenómenos naturales, aunque la repetición no sea absoluta, idéntica en todos los detalles. Al investigarse la repetición de los fenómenos en la naturaleza, bien sean naturales o en el laboratorio, los hombres de ciencia logran, a la corta o a la larga, descubrir las leyes a que dichos fenómenos obedecen. Y la ley es, precisamente, lo común, lo requerido, lo esencial y lo estable que se repite en los fenómenos.

Muy otra cosa ocurre en la sociedad humana. Los procesos concretos y los acontecimientos históricos revisten aquí un carácter muy individual y jamás se repiten en parte alguna. Cualquier acontecimiento histórico, ya sean las guerras grecos persas o las campañas de Alejandro Magno, ya la Gran Revolución Burguesa de Francia o la Gran Revolución Socialista de Octubre, la segunda guerra mundial o la desintegración del sistema colonial del imperialismo, es siempre único en su género y no tiene repetición absoluta. De ahí podría desprenderse la conclusión de que no existen leyes que rijan el desarrollo de la sociedad, de que no se la puede enfocar desde un criterio científico general de la repetición y de que, por tanto, no puede haber ciencia de la sociedad. Sin embargo, no se puede elevar al absoluto esta singularidad, puesto que muchas cosas se repiten también en la sociedad. El hombre nace, estudia, trabaja, forma un hogar y cría hijos, se comunica con sus amigos, se plantea determinados objetivos, y así sucesivamente. Todo ello muestra que, pese a la colosal diversidad de las condiciones de vida, de costumbres, de peculiaridades de la historia concreta de unas u otras zonas, regiones, países, pueblos y Estados, el estudio detallado de la vida de la sociedad permite indiscutiblemente advertir muchos más elementos comunes que se repiten que lo que podría parecer a primera vista. Por consiguiente, las perspectivas de la ciencia social no son tan tristes y pesimistas. El quid de la cuestión reside en la correlación entre lo común y lo singular aplicado a la historia.


DESARROLLO DE LA SOCIEDAD

El desarrollo social es un proceso mediante el cual el sector público y/o privado, busca igualar las condiciones económicas y sociales de la población de un país.

La búsqueda de una calidad de vida debe tener presente elementos como: justicia, libertad, equidad, democraciasolidaridad; que permitan la posibilidad de auto-realización de las personas en una comunidad.

La razón principal por la que los países buscan la equidad es, porque permite la prosperidad, al lograr la igualdad de oportunidades.

Condición necesaria para la existencia del desarrollo social

Es necesario contar con datos que permitan conocer si existe o no desarrollo social, es por ello que a nivel internacional se analizan variables e indicadores que permiten conocer y medir el grado de pobreza que cada país tiene, así como el impacto social y los riesgos que se prevén en el futuro. En ese sentido existen organismos internacionales como la Organización para las Naciones Unidas (ONU), establece estándares que son consideradas como “metas sociales deseables”.Desarrollo Social - EcuRed

El desarrollo considera un cambio cualitativo en las condiciones de vida de una población. Es por ello condición necesaria la existencia de un crecimiento económico incluyente, para contribuir con el desarrollo social.

El sector gubernamental de cada país juega un papel determinante para el logro de un desarrollo social, ya que se requiere de la formulación de políticas regulatorias, programas de financiamiento y participación internacional.

Ejemplos de desarrollo social

Algunos programas que se enfocan en el fomento del desarrollo social son:

  • Programas de abastecimiento de agua y saneamiento.

  • Financiamiento para micro proyectos administrados por comunidades indígenas.

  • Inclusión de la población en atención de salud.

  • Aseguramiento de la asistencia escolar en el nivel básico de toda la población, mediante proyectos de infraestructura que permitan a la población estar comunicada con el resto de la comunidad.

  • Prevención de actos violencia a las minorías de alguna población.

  • Reasentamiento de población migrante o refugiada, ante desastres naturales y las causadas por la actividad humana o conflictos bélicos.

  • Acceso a posibilidades de financiamiento para toda la población.

  • Inclusión de las personas con discapacidad, en el contexto productivo de un país.


LA CIENCIA

La ciencia considera y tiene como fundamento la observación experimental. Este tipo de observación se organiza por medio de métodos, modelos y teorías con el fin de generar nuevo conocimiento. Para ello se establecen previamente unos criterios de verdad y un método de investigación. La aplicación de esos métodos y conocimientos conduce a la generación de nuevos conocimientos en forma de predicciones concretas, cuantitativas y comprobables referidas a observaciones pasadas, presentes y futuras. Con frecuencia esas predicciones se pueden formular mediante razonamientos y estructurar como reglas o leyes generales, que dan cuenta del comportamiento de un sistema y predicen cómo actuará dicho sistema en determinadas circunstancias.

Desde la revolución científica, el conocimiento científico ha aumentado tanto que los científicos se han vuelto especialistas y sus publicaciones se han vuelto muy difíciles de leer para los no especialistas. Esto ha dado lugar a diversos esfuerzos de divulgación científica, tanto para acercar la ciencia al gran público, como para facilitar la compresión y colaboración entre científicos de distintos campos.




LAS CIENCIAS DE LA NATURALEZA

Las ciencias naturales buscan entender el funcionamiento del universo y el mundo que nos rodea. Se pueden distinguir cinco ramas principales: Física, Química, Astronomía, Geología y Biología.

Las ciencias naturales se apoyan en el razonamiento lógico y el aparato metodológico de las ciencias formales, especialmente de la matemática y la lógica, cuya relación con la realidad de la naturaleza es indirecta. A diferencia de las ciencias aplicadas, las ciencias naturales son parte de la ciencia básica, pero tienen en ellas sus desarrollos prácticos, e interactúan con ellas y con el sistema productivo en los sistemas denominados de investigación y desarrollo o investigación, desarrollo e innovación 


CONOCIMIENTO CIENTIFICO NATURAL

El conocimiento natural es, generalmente, parcial; se circunscribe a la solución y explicación de problemas concretos, en contextos concretos. Por esto es típico que su lenguaje sea anecdótico, basado en explicaciones particulares para hechos o situaciones particulares.

Los conocimientos y usos relacionados con la naturaleza y el universo abarcan una serie de saberes, técnicas, competencias, prácticas y representaciones que las comunidades han creado en su interacción con el medio natural.

El descubrimiento de la electricidad es un ejemplo de conocimiento científico. Algunos ejemplos concretos de conocimiento científico pueden ser: Los teoremas matemáticos de Pitágoras, filósofo griego de la antigüedad, que siguen siendo vigentes más de 2000 años después y se imparten formalmente en la escuela.



Post a Comment