Ley económica objetiva del
desarrollo de la sociedad y que actúa en todas las formaciones
económico-sociales. Determina la acción recíproca entre las fuerzas
productivas y las relaciones de
producción revelando el nexo causal
interno y la interdependencia de estos dos aspectos del modo de producción.
Las fuerzas
productivas son el elemento más revolucionario y móvil de la producción.
Primero se desarrollan y modifican las fuerzas productivas. Como resultado de
estos cambios, se desarrollan y se transforman las reacciones de producción.
Las relaciones de producción constituyen una forma de desarrollo de las fuerzas
productivas, de cuyo nivel y carácter dependen. Al mismo tiempo, dichas
relaciones poseen una cierta independencia y actúan, a su vez, sobre el
desenvolvimiento de las fuerzas productivas.
Si las
relaciones de producción corresponden al nivel y al carácter de las fuerzas
productivas, aceleran su avance, se convierten en su motor. Al contrario, si
las relaciones de producción se rezagan respecto al desarrollo de las fuerzas
productivas y dejan de corresponder al carácter de estas últimas, constituyen un
obstáculo para el progreso de la producción. Tarde o temprano, como lo prueba
la historia del desarrollo de la sociedad, las relaciones de producción caducas
han de ser sustituidas por otras, nuevas.
La ley de la
correspondencia entre las relaciones de producción y el carácter de las fuerzas
productivas condicione la sustitución de las formaciones económico-sociales, la
transición de un régimen social a otro transición que, en las sociedades
antagónicas de clase, se efectúa en encarnizada lucha de clases, por medio de
la revolución social.
En
correspondencia con esta ley, surge la necesidad y la posibilidad objetivas de
poner fin al régimen capitalista e implantar el socialista. Las relaciones de
producción capitalistas, basadas en la propiedad privada sobre los medios de
producción, se encuentran en conflicto con el carácter social de las poderosas
fuerzas productivas modernas.
La prueba está
en los bajos ritmos de crecimiento de la producción, en las crisis económicas,
en el hecho de que se trabaja constantemente por debajo del potencial de
producción, en la desocupación crónica. Después de desarrollar de manera
gigantesca las fuerzas productivas, el capitalismo no las utiliza en interés de
la sociedad, sino con vistas al enriquecimiento de un pequeño grupo, de un
puñado de explotadores. El capitalismo se ha trocado en un inmenso obstáculo
del progreso social.
La humanidad
entra en el período de la revolución científico-técnica, más las relaciones de
producción del capitalismo resultan excesivamente estrechas para tal
revolución, para que la sociedad pueda utilizar plenamente todos los resultados
de la ciencia, de la técnica y de la cultura.
El creciente
conflicto entre las acrecentadas fuerzas productivas y las viejas relaciones de
producción exige que se liquide la envoltura capitalista, que se liberen las
poderosas fuerzas productivas creadas por el hombre y que se orienten hacia el
bien de toda la sociedad. Esto solo puede hacerlo el socialismo.
En el régimen
socialista, gracias al dominio de la propiedad social sobre los medios de
producción y al carácter planificado de la economía nacional las relaciones de
producción se encuentran en consonancia con el carácter de las fuerzas
productivas.
Ello ofrece
amplias perspectivas al desenvolvimiento acelerado y sin crisis de las fuerzas
productivas socialistas. También bajo el socialismo surgen contradicciones
entre las fuerzas productivas y algunos aspectos de las relaciones de
producción. Pero no son contradicciones antagónicas, no dan origen a conflictos
sociales, pues no existen clases interesadas en conservar relaciones de
producción viejas, caducas.
En el curso de
la edificación comunista, el Partido Comunista y el Estado socialista descubren
a su debido tiempo los elementos rezagados de las relaciones de producción y
los modifican. A medida que se desarrollan las fuerzas productivas, que se va
creando la base material y técnica del comunismo y avanza la educación
comunista de los trabajadores, las relaciones socialistas de producción se
perfeccionan y se van transformando en comunistas.
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